Se lee sobre la pantalla 7 de octubre de 2001. Fecha elegida por el director Doug Liman para comenzar una historia basada en hechos reales, con temática encuadrada en la era George W. Bush y una asignatura pendiente: armas de destrucción masiva.
Valerie Plame (Naomi Watts) es una agente encubierta de la CIA desde su incorporación en 1985. Para preservar el anonimato que le exige su profesión se ha visto obligada a inventar nuevas identidades entre sus conocidos y a ocultar información a sus seres queridos. Ahora que trabaja en el Departamento contra la proliferación de armas nucleares, su único cómplice será su marido Joseph Wilson (Sean Penn), ex- diplomático de EEUU y con conocimientos valiosos en programas armamentísticos. Requerido para opinar sobre las quinientas toneladas de óxido de uranio que podrían haberse trasladado de Níger a Irak, el departamento de Valerie Plame decidirá enviar al país africano a alguna persona capaz de contrastar dicha información. Será ella misma quien proponga a su marido Joseph encargarse de la misión, una decisión que no tardará en volverse contra ambos. Mientras Valerie obtiene nuevas fuentes en sus viajes a El Cairo o Bagdad, su marido recoge unos datos necesarios para concluir que la venta nunca llegó a producirse y, con ello, la inexistencia de conexión entre Saddam Hussein y el uranio.
De esta manera, Joseph Wilson publicará un artículo en The New York Times para que la noticia pudiera alcanzar una dimensión pública; algo que no caerá muy bien en la Casa Blanca. La venganza asumirá una forma delictiva cuando los periódicos recojan la verdadera identidad de Valerie Plame. Entonces será cuando tenga que recoger los trocitos de una vida intachable en lo profesional pero resquebrajada en lo personal.
Las imágenes finales que acompañan los créditos de este thriller permitirán poner cara a la verdadera Valerie Elise Plame mientras presta declaración en el juicio desarrollado por perjuicio y obstrucción de la justicia. Un film que tras 106 minutos resulta lento. Pese a contar con una historia de vida, portadora de argumento, existen demasiadas escenas caseras y poca investigación.
Basada en las novelas:"The politics of True” de Joseph Wilson y "Fair game” de Valerie Plame Wilson.
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