28 sept 2010

El Gran Vázquez

Descarado, atrevido, osado, escurridizo, descocado, vividor, desenvuelto, desmandado, frescales, mujeriego, rebelde… Son sólo algunos de los calificativos aplicables a la figura de Manuel Vázquez Gallego según la visión que el director Óscar Aibar ha querido reflejar de una parte de la vida de este gran dibujante.
El Gran Vázquez comienza con un Santiago Segura ostentando el papel protagonista. Es Barcelona y corren los años sesenta con El DDT en mano. Unas cuantas familias a cuestas y sin pasar por casa. El trabajo lo pisa, algo sí, envuelto en una nube de nicotina para recaudar un jornal que se mide por páginas y, si no es para mentir, también para entregar nuevas viñetas al Director González (Enrique Villén) de la prestigiosa Editora Bruguera.
Incansable en las mañas por sobrevivir -aunque viviendo sin dejar escapar la más mínima oportunidad- dará cuerpo a algunos de sus clásicos: Anacleto, agente secreto, las Hermanas Gilda o el Tío Vázquez. Una familia de sainete, la Cebolleta no faltará, que no parará de crecer aun cuando Peláez (Álex Angulo) intente ponerle los puntos sobre las íes.
Su trabajo dentro de Bruguera permite poner cara a otro grande del tebeo, Ibáñez (Manolo Solo), reflejando fielmente el respeto profesional que el padre de Mortadelo y Filemón conservaba en Vázquez. Una idolatría que Ibáñez traduce en lenguaje humorístico emplazando al moroso del ático en la 13,Rue del Percebe. Adoración mutua, en su forma más inocente para uno y en la más pícara para el otro, que se sella con el famoso by final.

Datos y citas…
"VÁZQUEZ (El dibujante y su leyenda)" de Enrique Martínez Peñaranda, Ediciones Sinsentido, 2004, profundiza en toda la trayectoria profesional del personaje.   
Si bien la película de Óscar Aibar omite los inicios profesionales de Manuel Vázquez (Madrid, 1930 – Barcelona, 1995), Enrique Matínez Peñaranda resalta que su andadura comenzó en los años cuarenta participando en “Flechas” y “Pelayos y Maravillas”.
Entre sus páginas se incluyen citas que definen claramente al dibujante: en la tragedia siempre hay muchísimo humor…Mi tristeza era la de veinte millones de españoles… Tenías que reír, quizá para sobrevivir…
A lo largo de su vida, Vázquez trabajó para Bruguera y colaboró con Hispano América de Ediciones, Clíper y Ediciones Ibero-Americanas. Su ingenio llegó hasta las páginas de Prisa; para “El Pequeño País” creó a Mónica, un personaje atípico que se publicaba un año antes de su muerte.
Anacleto, agente secreto (Olé!, núm.12). Bruguera, 1971. Recogido en
"VÁZQUEZ (El dibujante y su leyenda)" de Enrique M.P, Sinsentido.

“…lo que yo hubiera querido es ser un estafador inmenso, de gran escala, y no un pobre tío que huye de su sastre…”.

26 sept 2010

El tiempo entre costuras, MARÍA DUEÑAS


¿Cómo combinar en una novela personajes reales trascendentes para la historia de un país y una trama ficticia en la que se respeta la más estricta cronología? ¿Cómo hacer entender que una ayudante de modista llegue a revelar el trasfondo de una época tambaleante? ¿Cómo conseguir que la modestia de Sira Quiroga y la resolución de Arish Agoriuq casen a la perfección con los patrones de Juan Luis Beigbeder, Ramón Serrano Suñer o Allan Hillgarth? El logro es de su autora: María Dueñas.

Un orto en Madrid, la contrariedad de Tánger, la fortaleza de Tetuán, de nuevo un reencuentro con la capital española y la fragosidad de Lisboa. En este devenir de espacios vivirá Sara Quiroga, una mujer que se cría con ausencia paterna pero mamando la confección de un oficio que hilvanará su vida. Haciendo frente a un destino tradicional decidirá fugarse con un hombre que apenas conoce a Tánger. Un desenlace tramposo coloca a Sira en medio del Protectorado Español en Marruecos con una gran deuda a cuestas y varias denuncias. Sólo con la ayuda de una matutera y la indulgencia de un policía irá conformando una nueva personalidad a medida que su recién creado taller se cuela en las conversaciones de las mujeres más pudientes de la sociedad.
Su pequeño rincón le hará partícipe de tertulias altamente valoradas y la confección de una copia del Delphos  de Fortuny le premiará con la amistad de Rosalinda Fox. Un personaje que permite la elegante, pero desterrada históricamente, introducción de la mujer en un período de guerra española y convulsión europea. Un entramado político que se gesta entre talleres de costura y patrones con imaginativas técnicas de espionaje y seguridad.  Un lugar de trabajo convertido en epicentro de la noticia.
Reencuentros… El devenir de la vida le pone delante a la misma persona en situaciones diversas, con distinta madurez y la correspondiente desconfianza. ¿Cuánto queda en esta persona de aquello que conocí? El tren pasará varias veces para Sira, conocedora de lo importante que es cogerlo para no perderlo todo, mientras el lector avanza en una historia de superación personal. La importancia de los escenarios será lo que otorgue carácter a la obra. Sorprende encontrarse entre líneas con Embassy, el Hotel Palace o el Ritz en Madrid, ostentando un glamour que se extiende hasta nuestros días.
Una vez leída la novela uno se reafirma en la idea de que la historia de un país puede contarse de tantas formas posibles que resultaría inútil subestimar el testimonio de cada integrante que ha ayudado a escribirla. Con Sira se aprende a imaginar modelos, a recrear costuras históricas y a doblar del derecho el ingenio y la valentía. Respaldado por un importante trabajo de documentación, El tiempo entre costuras permite leer una historia entre guerras desde el prismático del señorío pero empuñado por una superviviente. No veremos, salvo en puntuales intervenciones, la cara de la muerte y los conocidos abusos durante la guerra. En cambio, la frivolidad ejecutiva y el tejemaneje de cargos serán la carta de presentación de una época de persecuciones y ruido. Conspiraciones a las que Sira se enfrentará con aguja e hilo en mano.
                                                                               http://eltiempoentrecosturas.blogspot.com/

25 sept 2010

Come, reza, ama

Hace unos días pudimos ver a Julia Roberts haciendo gala de su sonrisa en el 58º Festival de Cine de San Sebastián. Venía a recoger el Premio a la trayectoria profesional otorgado por el Jurado y, sin dejar pasar la ocasión, ella misma presentaba fuera de concurso su nueva película Come, reza, ama.
No sé qué le parecería al público que allí se congregaba pero lo que sí puedo intuir es que en Come, reza, ama vieron a una Julia Roberts muy distinta a aquella oscarizada Erin Brockovich. Si, con mayor justicia por acercarse al género, comparamos este estreno con su actuación en La boda de mi mejor amigo (1997) o Notting Hill (1999), tampoco encontramos esos esbozos risueños y sinsabores que pudieron despertar en el espectador estas cintas románticas.
Come, reza, ama plantea la vida desorientada y vacía de una escritora casada, Liz Gilbert (Julia Roberts), cuando decide sincerarse con todo lo que le rodea y emprender un nuevo rumbo. Lo primero que hará será romper una larga relación con su marido Steven (Billy Crudup) y divertirse con su amante veinteañero David (James Franco). Al percatarse de que lo suyo no es sólo cuestión de monotonía sino una necesidad de concederse tiempo a sí misma, emprenderá un año sabático por Italia, India e Indonesia. Y poco más que decir si en cada uno de los lugares hará lo que marca el título de la película. En Roma y Nápoles perderá su talla de pantalón por cultivar un estómago a base de carbohidratos. En el Ashram hindú, Richard de Texas (Richard Jenkins), se irá colando en su interior valiéndose de la meditación y el rezo. Una vez superada esta fase, llegará a Bali donde un chamán y Felipe (Javier Bardem) ayudarán a Liz a encontrar su equilibrio vital.
Llena de tópicos. El espectador volverá a comer pasta, helados y pizza italiana desde su asiento, escuchará el famoso dicho dolce far niente y verá los gestos propios del vaffanculo. Observará, rodeado de animales sagrados, la pobreza infantil y el casamiento pactado en la India. Qué mejor lugar si no la turística Isla de Bali para enamorarse; es lo que queda. No será casual en este último trimestre de la película la aparición de Bardem para reenganchar a un público que comienza a mirar su reloj. Nada más y nada menos que 133 minutos de cinta.

No sabremos si convencerá o se quedará a las puertas del éxito alcanzado por su obra original. Come, reza, ama está basada en el libro homónimo de Elizabeth Gilbert “Eat, Pray, Love: one woman’s search for everything across Italy, India e Indonesia” (Viking, 2006) que cuenta con 6,2 millones de copias vendidas en Estados Unidos, ocupando uno de los puestos en la famosa lista New York Times Best Seller no ficción y traducida a 40 idiomas.


SOLO CONVENCE…
Richard Jenkins en su papel.
DEMASIADOS…
Pucheros de Julia Roberts.
TIERRA TRÁGAME…
Escuchando a Javier Bardem con su acento brasileño!!!

22 sept 2010

AVENUE Q


“Nadie nos enseñó lo jodido que es hacerse mayor”, así reza el eslogan del Musical que ha cosechado más de 5.000.000 de espectadores en todo el mundo y ahora se instala en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid. Es Avenue Q, un barrio de Nueva York donde conviven peluches y particulares humanos que se irán ayudando para prosperar en la vida.
Todo comienza cuando Princetown (Ángel Padilla) llega a Avenue Q con su diploma de licenciado en la mano y se da cuenta de que está sin trabajo, viviendo con el dinero que le envían sus padres, sin haber alcanzado su objetivo en la vida y, lo más importante, siendo adulto.
Allí se encontrará con Gary Coleman (Mayka Sitté) un niño prodigio de la televisión americana que, aunque a los 7 años lo tuvo todo, acabará en este barrio neoyorquino como responsable de mantenimiento. Incongruencias de la vida que hacen que Princetown no se sienta tan mal consigo mismo. En Avenue Q alquilará un piso desde donde observará el desfile de vecinos procedentes de las 6 ventanas y 2 puertas en forma de edificio que conforman el escenario de este original show. Con Gary cantarán acerca del racismo, exacerbación que en Avenue Q no sólo se aplica al color de la piel sino a la condición de monstruo. Con los ositos amarillo y azul se descubrirá a un Princetown desubicado en la búsqueda de su propia meta.
La puerta de la derecha, propiedad de Mary Christmas (Thais Curia) una terapeuta japonesa sin clientes que convive con su cómico frustrado Brian (Pablo Muñoz-Chápuli), será la única de la que emerjan actores que se presentan ante el público como humanos. Ellos no maniobrarán ninguna marioneta y ayudarán, así, a la integración del espectador en esta novedosa forma musical. A Mary Christmas y a Brian les tocará satirizar el peso del matrimonio con su boda sorpresa.
La dulce Kate, profesora ayudante de la Srta. Potorro, no tardará en enamorarse del recién llegado y contarle la ilusión de su vida: crear la escuela de monstruos Monsterssori para la que se solicitará la graciosa donación del público. Juntos plantearán el tema de las relaciones y las rupturas, la importancia de estar con la persona correcta a pesar de apariciones como Lucy La Guarra que van a la caza de fortuna, sin escrúpulos, sin importar quién esté detrás. Lo curioso de estos dos personajes tan dispares es que, sobre tablas, serán interpretados por la misma actriz (Isabel Malavia o Inma Mira).
El equivalente de la famosa pareja Epi y Blas estará representado en Avenue Q con Nicky, definido como un holgazán de buen corazón, y su compañero de piso Rod que trabajará como inversor, será de derechas y esconderá su secreto en el armario. Es curioso la visión que sus creadores han tenido de este dúo: una prolongación de lo que podía haber sido la vida adulta de aquellas marionetas de Barrio Sésamo. Como no podía ser de otra forma, Rod se enfrentará a una homosexualidad no declarada pero conocida por todos.
Recordando aquel monstruo azul que no paraba de comer cookies se asomará a la ventana Trekkie Monster (Leo Rivera) pero, en esta ocasión, la adicción a las galletas desaparecerá en favor del porno en la Red. Trekkie permitirá elogiar la increíble integración de los actores en cada brazo del monstruo. La sincronía con la que se moverá el swing (Noemi Gallego Valverde, Antonio Garde, Julián Montalvo) será merecedora del aplauso. Tan sólo 7 actores para ocho peluches fijos y otros tantos que asomarán en escena en momentos puntuales.
Avenue Q, avalado por un equipo creativo potente y experimentado, sabrá sacar la sonrisa del público español tocando temas actualmente banales con marionetas sinvergüenzas.
Curiosidades:
LA VERSIÓN AMERICANA DE  “AVENUE Q” GANÓ LOS PREMIOS TONY DE 2004 AL MEJOR MUSICAL, LIBRETO Y PARTITURA.
Puede ser útil:
BUENA PERSPECTIVA PARA VER EL MUSICAL EN EL Teatro Nuevo Apolo (MADRID) DESDE ZONA CLUB B, Entresuelo, FILA TRES EN ADELANTE. Importante: ASIENTOS 2 Y 4 SON LOS CENTRADOS.

20 sept 2010

El Americano

Debo avisar a todos aquellos que decidan ir al cine en busca del nuevo “thriller” de George Clooney de que van a encontrarse con una de las proyecciones más atípicas del suspense cinematográfico. A pesar de haber tenido gran éxito entre los estadounidenses, no es gratuito que escriba la palabra thriller entrecomillada porque El Americano ni tiene un ritmo rápido, ni la acción es frecuente, ni asusta, ni estremece, ni emociona.
Los primeros minutos de la película pueden cumplir algunas de estas características: Jack (George Clooney) es un asesino con experiencia que se verá obligado a matar fríamente a su amante después del fracaso de una operación. Ningún atisbo de suspense más tras esta escena. Como dato orientativo decir que quedarían aún cien minutos de película.    
La dinámica a partir de este momento consistirá en mostrar una sucesión de lugares en los que se establecerá Jack para huir de sus persecutores o eso, al menos, es lo que se deduce. No se darán datos para construir mentalmente una trama consistente: no se sabrá el asunto real por el cual es perseguido, la razón por la que mata, de dónde viene o porqué va. El espectador verá el desplazamiento de Jack por Dalarna (Suecia), Roma, Castel del Monte y Sulmona (Italia) mientras se sumerge en la construcción de un arma que le encarga Mathilde (Teckla Reuten) cuya dificultad reside en combinar el disparo de una ametralladora y la precisión de un rifle.
La discreción que debe mantener Jack hace que no pueda relacionarse con nadie, resultado de las aburridas escenas con escaso diálogo que combinan secuencias de 15 a 20’’. Las dos personas que le robarán algo de plano serán el Padre Benedetto (Paolo Bonacelli) y la prostituta Clara (Violante Placido) de la que, podría decirse, se va enamorando. Finalmente es perseguido aunque no se sabe muy bien si es por exponerse a la vida pública, si por venganza de anteriores trabajos o por encargo de su contacto Larry (Bruce Altman) cuando Jack le comunica que la misión de Mathilde será la última que haga.
Lo único positivo de El americano será el paisaje italiano que ofrece de la zona Abruzzo pues te permite sentir la vida tradicional del pueblo. Si ello viene aderezado sonoramente con temas tales como “La bambola” de Patty Bravo y el famoso “Tu vuò fà l’americano” de Renato Carosone, la visión sulmonesi se hace más realista. Por el contrario, el doblaje será un caos. Las frases comenzarán en italiano o italian-spanish y seguirán en español sin saber muy bien porqué se traducen unas palabras y otras no cuando es el mismo personaje el que las está empleando. A pesar de que la cinta está llena de silencios que Clooney no llena, el sentido del Director Anton Corbijn parece querer plasmar el suspense tradicional.
Por supuesto nada de guiones originales, El Americano se basa en la novela “A very private gentleman” (Un caballero muy privado) de Martin Booth.

15 sept 2010

Salvando las distancias

Una de las razones por las que alguien decide ir al cine podría ser en busca de nuevas sensaciones; objetivo complicado cuando estamos ante una comedia romántica de aquellas que es mejor ver una tarde de domingo lluvioso en casa antes que en la gran pantalla. Sin embargo, siembre alberga la esperanza de que este género trillado por los estadounidenses pueda llegar a sorprender. Pues bien, NO es el caso de Salvando las distancias.


Nos encontramos con el clásico argumento de chico (Justin Long como Garrett) conoce a chica (Drew Barrymore como Erin) en un bar neoyorquino. El sexo se convierte en llamadas y citas diarias hasta enamorarse. Cuando Erin tiene que regresar a su ciudad natal, San Francisco, la pareja se dará cuenta de que tendrá que sobrellevar el peso de una relación a distancia.
Por tanto, se sigue el viejo arquetipo pero adaptado al nuevo siglo. La facilidad con la que una persona puede viajar actualmente y establecer su vida en diferentes puntos del globo hace que hayan crecido las relaciones a distancia. Quienes las hayan sufrido seguro que se sentirán identificados con algunas de las escenas: aeropuertos, despedidas, llamadas con diferencia horaria, escalas, viajes de reencuentro, celos, incertidumbre…
Además, el perfil de los dos protagonistas es también muy común. Drew Barrymore representa a la nueva treintañera sin trabajo que hace prácticas de verano en un periódico donde finalmente no será contratada. Por su parte, Justin Long trabajará en una compañía discográfica, con la que no compartirá la elección de nuevas estrellas en base a intereses mercantilistas, para pagar un piso de alquiler compartido. Los amigos de Garrett aportan las escasas notas de humor: Box (Jason Sudeikis) y Dan (Charlie Day). La película va transcurriendo hasta que la pareja no puede más con la situación y decide buscar una solución. Tras idas y venidas, rupturas y reconciliaciones, encontrarán una salida para continuar con la relación sin renunciar a su propia vida.

En definitiva, la película no descubre nada al espectador. Falta de originalidad y recursos, recurrirá a uno de los clásicos televisivos Friends (capítulo 3º de la décima temporada) en el que Ross se somete a un bronceado artificial. La copia que intenta el personaje de Garrett en la película no consigue arrancar la risa esperada. Unos 102 minutos que pasan sin pena ni gloria.

10 sept 2010

Todo lo que tú quieras

¡Qué difícil resulta mantener a un Cine Capitol en pie y aplaudiendo durante todos los créditos de un estreno español! Eso fue lo que anoche, sobre las 00:00 h, consiguió el equipo de Achero Mañas en su reencuentro con el cine y con un público emocionado.



"Todo lo que tú quieras" comenzó a tener forma en Nueva York, ciudad en la que se había establecido el director, y concluyó en un Madrid agradecido de recibir un argumento que va más allá de los tópicos. Una película que llama a la reflexión y permite dar a conocer que el cine español está capacitado para tratar respetuosamente ciertas realidades sociales.


Leo (Juan Diego Botto) es un prestigioso abogado sumido en la rutina de los Juzgados de Familia. El poco tiempo libre que le concede su trabajo lo comparte con su mujer Alicia (Ana Risueño) y su hija de cuatro años, Dafne (Lucía Fernández). El rol de madre ama de casa y padre trabajando fuera de ella se verá truncado cuando Alicia muere inesperadamente de un ataque de epilepsia enfrente de su propia hija. A partir de aquí, Leo tendrá que hacer frente a una doble vida para cubrir la ausencia que Alicia ha dejado en la pequeña. Será papá, será mamá.


Sumido en este juego que le llevará incluso a ponerse la ropa de Alicia, a maquillarse como ella lo hacía o a comprarse una peluca para lograr el parecido físico, irá consiguiendo que su pequeña sonría. Mientras que para padre e hija el juego está claro, la sociedad no estará a la altura de aceptarlo: un psicólogo que amenaza con llamar a Servicios Sociales porque no logra entender la fantasía de Dafne, unos suegros que quieren la custodia, un socio de bufete que se ríe de una historia incomprensible en su mundo…
Sin embargo, Leo no estará solo. Alex (José Luis Gómez) le ayudará a despojarse de los prejuicios del transformismo para poder llevar a cabo la conversión Leo-Alicia. El paso de esta relación permitirá a Alex encontrar al hijo comprensivo que nunca tuvo y, a su vez, Leo encontrará la felicidad de Dafne.


Entre muchas cosas, el rasgo del guión que mereció un largo aplauso fue conseguir la risa y la emoción de un dolor latente en tan poco espacio de tiempo. Las situaciones duras no dejarán de sucederse pero la naturalidad y la inocencia de Lucía Fernández en su papel de Dafne hacen que el público dibuje una sonrisa en cada escena. Meritoria es, de igual forma, la elección de la profesión (abogado) para el personaje de Leo porque, no resulta más claro en ninguna de las profesiones que hoy día pueden ejercerse, el impacto de la pérdida de formalismo que lleva aparejado la vida de leyes ante el espectacular transformismo rechazado por algunos sectores sociales. Tal es esta aversión a lo no común que Leo será embestido por unos jóvenes radicales. Más joven aún, tan solo con cuatro añitos, Dafne agradecerá a su padre la concesión del “todo lo que tú quieras” curando las magulladuras de la bestial paliza y demostrando la inteligencia de una ilusión con un simple acto: cerrar los ojos y apretarlos.
Sello de recomendación

UN OSCAR PARA…

La increíble LUCÍA FERNÁNDEZ, Dafne, por su tierno papel. Y para el director ACHERO MAÑAS por conseguir que la espontaneidad de esta pequeña actriz flotara durante toda la película.

7 sept 2010

Conocerás al hombre de tus sueños

Cada cual hace frente a los malos momentos de forma diferente, única y, en ocasiones, sorprendente. A unos les invade la necesidad de saber su futuro acudiendo a una pitonisa, a otros les da por buscar un nuevo amor y, también, hay quien pende del hilo de la ilusión.



Todo esto es lo que les ocurre a una serie de personajes entrelazados en la cotidianidad. Será Alfie Shepridge (Anthony Hopkins) quien comience la historia al despertarse en mitad de la noche pensando que le queda poco tiempo de vida. Su angustia le hará dejar un largo matrimonio con Helena (Gemma Jones) quien, sumida en una depresión al pensar que envejecerá sola, irá en busca de comprensión a casa de su hija Sally (Naomi Watts). Sin embargo, Sally también está viviendo una situación de crisis con su marido Roy (Josh Brolin), un médico no colegiado que abandonó su profesión para convertirse en novelista. Para evitar la insoportable situación que se genera cada vez que Helena se presenta en casa de su hija, esta le recomienda que acuda a una pitonisa.


Siguiendo dichas recomendaciones, Helena abandonará a sus psicólogos y dejará no sólo su vida, sino la del resto, en manos de la adivina Cristal (Pauline Collins). La paradoja siempre presente en las películas de Woody Allen llegará en este punto del film cuando Helena acaba dando una credibilidad absoluta a las predicciones de Cristal. El hecho de que Alfie se haya casado con una rubia y joven call girl, Charmaine (Lucy Punch), se solucionará cuando la adivina le asegure que ella también encontrará una nueva persona en su vida; de hecho, es otra predicción la que lleva a Helena a anticiparle al marido de su hija, Roy, que su nuevo libro será rechazado por los editores. Hecho que se cumple, reafirmando la confianza de Helena en los presagios.


Rodeados únicamente de malas noticias, Roy se dejará seducir por Dia (Freida Pinto), la chica de rojo que vive en la ventana de enfrente y a la que espiará incansablemente hasta que un día se atreva a invitarla a comer a voces. Pero Sally tampoco perderá el tiempo. Cuánto más sordo se hace Roy ante sus peticiones de ser padres, mayor velocidad alcanza el amor que se irá despertando hacia su jefe Greg (Antonio Banderas), un afamado galerista, conformando así una serie de triángulos que encerrarán siniestras relaciones, tanto personales como profesionales.


Recurrir a lo absurdo para cerrar la trama de estereotipos es una de las cualidades que permiten a Woody Allen dejar un final abierto. Mientras Sally se ve víctima de su propia actuación cuando su madre le niega un préstamo porque la profecía de la adivina así lo ha anunciado, Helena pondrá en su sitio a un Alfie arrepentido tras encontrar su alma gemela y, cómo no, Roy cambiará su enmarcada perspectiva viendo a su Sally desde la ventana de enfrente. Dos vistas diferentes de la vida: desde una, la vida monótona que han llevado hasta entonces; desde otra, la que anhelan y les gustaría vivir. Todo dependerá del lado desde donde miren…


REMINISCENCIAS DEL PASADO:

Recordando Match Point (2005), Woody Allen vuelve a introducir el ingrediente “suerte-azar” en manos de un personaje. Si bien todos serán marionetas de su propia vida, Roy se verá con una oportunidad de triunfar si decide actuar de forma inmoral. Sin embargo, la diferencia que aporta Conocerás al hombre de tus sueños (2010) es el gran paradigma que manifiesta Roy: “te encontrarás con el mismo desconocido que todos acabamos conociendo”.

4 sept 2010

LOPE


Un lustro de la biografía de Félix Lope de Vega y Carpio ha llegado al cine de la mano del director Andrucha Waddington. El brasileño ha elegido ambientar la película en un Madrid de finales del siglo XVI y, con ello, tratar a un pre-Lope desconocedor de su repercusión como literato.


La historia comienza cuando Lope de Vega (Alberto Ammann) regresa de la Batalla de la Isla Terceira, en 1583, a un Madrid sumido en escasas condiciones higiénicas. Tanto los trajes que pide prestados como el atrevimiento de la juventud, serán la carta de presentación de Lope como artista en casa del empresario Jerónimo Velázquez (Juan Diego). Para ganarse un sustento y pagar las deudas contraídas, Lope tendrá que pasar a limpio obras teatrales que acabará reescribiendo. Junto a él, el público descubrirá el mundo del teatro desde su escondite.


Es así como pone en bandeja la renovación dramática en manos de Jerónimo Velázquez quien, en un primer momento esquivo, acaba reconociendo el talento de Lope y el nacimiento de un estilo propio. Pero este cambio de criterio nunca se hubiera producido sin la influencia que Elena Osorio (Pilar López de Ayala) ejercía en su padre, Velázquez. Conocedora de tal usanza se irá enamorando de Lope mientras introduce a su padre en las fórmulas teatrales de su amante.


Mientras la fama del dramaturgo y su éxito lírico se van extendiendo, aparecerá en escena Isabel de Urbina (Leonor Watling) consiguiendo el contrapunto de la figura de Elena Osorio. Tal es así que sus guionistas han definido el carácter de estas mujeres como la solar Isabel y la lunar Elena. Mientras esta última se entrega desde un primer momento a Lope con un lema que propone el disfrute del presente, la dulce Isabel se dejará seducir por el fluir de los acontecimientos hasta que la pluma de Lope la consagre como Belisa. No se demorará Lope en culminar esta nueva seducción pues será conocedor del matrimonio ya existente entre Elena Osorio y Cristobal Calderón y, con ello, el comienzo de unos celos que acaban en poemas ofensivos hacia la que fue su Filis. Es aquí donde se pone de manifiesto la relación entre Velázquez y su hija Elena. Ambos conformarán un dueto de venta recíproca. Él dispuesto a meterla en la cama del mejor postor, de ahí la breve intervención de Francisco Perrenot (Miguel Ángel Muñoz), y Elena dispuesta a cumplir dichos propósitos para continuar con su estatus de empresaria teatral. Ilustrativos serán los versos que Lope de Vega recitará para denunciar públicamente esta situación:


Una dama se vende a quien la quiera
en almoneda está. ¿Quieren comprarla?
Su padre es quien la vende, que, aunque calla,[…]

La película permite al espectador presenciar una parte del juicio contra Lope y el sucesivo destierro de Madrid y Castilla; consecuencia de los versos insultantes a Elena. Cabalgando junto a Isabel de Urbina llegará el ocaso de la proyección mientras la banda sonora se funde con el conocido Desmayarse:


Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;


no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarme alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;


huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño


creer que el cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
¡esto es amor! quien lo probó lo sabe.


Verónica Fernández ha convertido en novela "LOPE", un argumento que toma como base el guión cinematográfico. Con la grata sorpresa de que el lector será conducido en la trama por Claudio Conde, amigo de Lope, como narrador; personaje que en la película es interpretado por Ramón Pujol y queda en un segundo plano. El reto de la autora quizá haya sido “conseguir que la novela sonara antigua, no que fuera antigua”, aspecto que expresaba en su presentación en Madrid el 03/09/2010.

The Karate Kid (2010)


¿Quién iba a imaginarse que 26 años después la gran pantalla pasara un remake de estas características? No es fácil recurrir a una de las sagas más notoria en artes marciales e introducir una cosecha propia. En este caso, cultivada en tierra de los Smith.

La ciudad de Pekín alberga el escenario de un conocido argumento que da vida al Señor Han (Jackie Chan) y a Dre Parker (Jaden Smith). La vida del pequeño Dre dará un giro cuando su madre (Taraki P. Henson) es trasladada a Beijing y él se ve obligado a dejar atrás su pasado en Detroit para sumergirse en una nueva cultura que desconoce.


Un proceso de adaptación complicado al que no contribuirá Cheng (Zhenwei Wang), su enemigo público, encargado de arruinar cualquier acercamiento a la joven Mei Ling (Wen Wen Han) por la que Dre se sentirá atraído. Esta será la razón de la acalorada bienvenida en forma de paliza que Dre recibe en un parque público bajo las miradas de Mei Ling y la pandilla de Cheng.


La película no coge ritmo hasta que el Señor Han entra en escena. Escondido bajo una fachada discreta, personal de mantenimiento del edificio donde Dre y su madre viven, observará cómo Cheng y sus amigos acosan al recién llegado incapaz de defenderse. Será el único momento del film en el que podrán verse retazos de ese Jackie Chan consagrado en el cine como maestro de artes marciales. A partir de aquí, el Señor Han se convertirá en instructor de un Dre interesado por el Kung-fu mientras se va dilucidando la trama personal de los personajes.


La introversión del Señor Han, fruto de un accidente familiar, y el miedo de Dre se unen para superar la realidad. Los famosos tópicos de la saga Karate Kid no faltarán en esta producción. El Señor Han le ordenará tantas veces a Dre ponerse y quitarse la chaqueta como, en su época, el señor Miyagi le repetía incansable a Daniel Larusso aquello de “dar cera, pulir cera”. Será a partir de entonces cuando el espectador podrá disfrutar de las mejores vistas de la Muralla China, el Cubo de Agua y el diseño del Nido de Pájaro así como del centro de Pekín en su Ciudad Prohibida.


Lo que empieza siendo el aprendizaje de una disciplina para la defensa personal acabará convirtiéndose en una enseñanza de vida. El Señor Han impartirá a Dre un particular entrenamiento que distará de aquel que recibe su adversario, Cheng, concebido para actuar sin piedad. Una reflexión moral que expone los dos caminos, el cruel y el humano, a los que puede optarse en la vida para cumplir un objetivo y, sobre todo, la influencia que puede ejercerse sobre jóvenes como Dre y Cheng al ser instruidos por un mentor. Ambos se verán las caras en el Torneo final donde, valiéndose de figuras propias del kung-fu, resolverán un problema de honor con la proclamación del vencedor.



ME QUEDARÍA CON…

EL SIGUIENTE CONSEJO QUE EL SEÑOR HAN TRANSMITE A DRE CUANDO LE CONCEDE UN DÍA DE DESCANSO EN EL ENTRENAMIENTO: “ DEMASIADO DE ALGO BUENO ES MALO”.

ME GUSTÓ …

LA DIPLOMACIA CON LA QUE SE RESUELVE EL FINAL:
LA ENTREGA DEL TROFEO AL VENCEDOR.

EN ALGUNOS DE LOS GESTOS DE JADEN SMITH SE VISLUMBRA A SU PADRE. AUN ASÍ, HACE SUYA LA NOTA DE HUMOR.