“Nadie nos enseñó lo jodido que es hacerse mayor”, así reza el eslogan del Musical que ha cosechado más de 5.000.000 de espectadores en todo el mundo y ahora se instala en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid. Es Avenue Q, un barrio de Nueva York donde conviven peluches y particulares humanos que se irán ayudando para prosperar en la vida.
Todo comienza cuando Princetown (Ángel Padilla) llega a Avenue Q con su diploma de licenciado en la mano y se da cuenta de que está sin trabajo, viviendo con el dinero que le envían sus padres, sin haber alcanzado su objetivo en la vida y, lo más importante, siendo adulto.
Allí se encontrará con Gary Coleman (Mayka Sitté) un niño prodigio de la televisión americana que, aunque a los 7 años lo tuvo todo, acabará en este barrio neoyorquino como responsable de mantenimiento. Incongruencias de la vida que hacen que Princetown no se sienta tan mal consigo mismo. En Avenue Q alquilará un piso desde donde observará el desfile de vecinos procedentes de las 6 ventanas y 2 puertas en forma de edificio que conforman el escenario de este original show. Con Gary cantarán acerca del racismo, exacerbación que en Avenue Q no sólo se aplica al color de la piel sino a la condición de monstruo. Con los ositos amarillo y azul se descubrirá a un Princetown desubicado en la búsqueda de su propia meta.
La puerta de la derecha, propiedad de Mary Christmas (Thais Curia) una terapeuta japonesa sin clientes que convive con su cómico frustrado Brian (Pablo Muñoz-Chápuli), será la única de la que emerjan actores que se presentan ante el público como humanos. Ellos no maniobrarán ninguna marioneta y ayudarán, así, a la integración del espectador en esta novedosa forma musical. A Mary Christmas y a Brian les tocará satirizar el peso del matrimonio con su boda sorpresa.
La dulce Kate, profesora ayudante de la Srta. Potorro, no tardará en enamorarse del recién llegado y contarle la ilusión de su vida: crear la escuela de monstruos Monsterssori para la que se solicitará la graciosa donación del público. Juntos plantearán el tema de las relaciones y las rupturas, la importancia de estar con la persona correcta a pesar de apariciones como Lucy La Guarra que van a la caza de fortuna, sin escrúpulos, sin importar quién esté detrás. Lo curioso de estos dos personajes tan dispares es que, sobre tablas, serán interpretados por la misma actriz (Isabel Malavia o Inma Mira).
El equivalente de la famosa pareja Epi y Blas estará representado en Avenue Q con Nicky, definido como un holgazán de buen corazón, y su compañero de piso Rod que trabajará como inversor, será de derechas y esconderá su secreto en el armario. Es curioso la visión que sus creadores han tenido de este dúo: una prolongación de lo que podía haber sido la vida adulta de aquellas marionetas de Barrio Sésamo. Como no podía ser de otra forma, Rod se enfrentará a una homosexualidad no declarada pero conocida por todos.
Recordando aquel monstruo azul que no paraba de comer cookies se asomará a la ventana Trekkie Monster (Leo Rivera) pero, en esta ocasión, la adicción a las galletas desaparecerá en favor del porno en la Red. Trekkie permitirá elogiar la increíble integración de los actores en cada brazo del monstruo. La sincronía con la que se moverá el swing (Noemi Gallego Valverde, Antonio Garde, Julián Montalvo) será merecedora del aplauso. Tan sólo 7 actores para ocho peluches fijos y otros tantos que asomarán en escena en momentos puntuales.
Avenue Q, avalado por un equipo creativo potente y experimentado, sabrá sacar la sonrisa del público español tocando temas actualmente banales con marionetas sinvergüenzas.
Curiosidades:
LA VERSIÓN AMERICANA DE “AVENUE Q” GANÓ LOS PREMIOS TONY DE 2004 AL MEJOR MUSICAL, LIBRETO Y PARTITURA.
Puede ser útil:
BUENA PERSPECTIVA PARA VER EL MUSICAL EN EL Teatro Nuevo Apolo (MADRID) DESDE ZONA CLUB B, Entresuelo, FILA TRES EN ADELANTE. Importante: ASIENTOS 2 Y 4 SON LOS CENTRADOS.
1 comentario:
Iré a verlo!! me has dejado con muchas ganas!jeje
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