Pese a ser una producción española, el director barcelonés Manuel Carballo se ha decantado por un equipo de reparto internacional en esta nueva apuesta. Sabiamente de la mano de Julio Fernández Rodríguez, productor de cintas como “REC” (2007) o “El perfume: historia de una asesino” (2006) y presidente de la Compañía productora cinematográfica Filmax, se presenta el tema de la posesión diabólica desde una perspectiva que rehúye del exceso de artificiosidad.
Aprovechando la versión actual de la cartelera cinematográfica, donde el cine español de terror tiene escasa presencia, “La posesión de Emma Evans” intenta inmiscuir la vida de una adolescente de 15 años en un mundo satánico. La joven, Emma Evans (Sophie Vavasseur), se ve presa de una educación que la oprime y decide conseguir su libertad invocando al más allá. Su tío, Christopher (Stephen Billington), le ayudará sutilmente a atraer al demonio para demostrar la veracidad de las posesiones ante quienes le han apartado de la Diócesis por practicar el exorcismo. Sin embargo, Emma desconoce que el precio de su libertad no se saldará sino con la muerte de los miembros de su familia. Su padre John (Richard Felix) y su madre Lucy (Jo Anne Stockham) tendrán que presenciar varias escenas turbadoras para cerciorarse de que verdaderamente su hija está endemoniada. Peor parado y más inocente, su hermano Alex(Tommy Bastow), que se verá a solas con una hermana irreconocible.
De nuevo la güija como elemento invocador y algunas escenas, Emma levitando, que no van más allá de lo ya empleado para nutrir este género. Nada descubre por tanto. Incluso se apoya en un contenido que recuerda a otros filmes tales como “El exorcismo de Emily Rose” de Scott Derrickson (2005) o el clásico “El exorcista” de William Friedkin (1973). Aporta alguna escena de tensión pero ningún sobresalto que mueva al espectador de la butaca.